¿Qué me ha pasado últimamente?...

Hace mucho que no escribía y no era por falta de tiempo, sino por falta de equipo. (Ya llegaré a esa parte)
Varias cosas han pasado en los últimos 5 meses, desde septiembre a finales de noviembre, fueron lo más duros que ha tenido en mucho tiempo.
19 de septiembre de 2017, 13:14 horas, CDMX, fue el inicio de esos meses terribles, yo vivo en la zona de Coapa, y sinceramente aún hoy día duele y conmueve ver como mucho de mi entorno desde niño se colapsó, cayó o derrumbó. Fueron 3 días difíciles sin luz, sin agua, sin teléfono, sin poder salir con calma por todo lo terrible que ocurrió alrededor de casa, que afortunadamente no pasó de una ventana rota y la vajilla de mi abuela rota. Por primera vez en mi vida pensé que me iba a morir, escuchar como la casa que me ha visto crecer por 44 años tronaba y muchas cosas caían a mi alrededor fue bastante fuerte. Obviamente no fue nada comparado con todo lo que sucedió cerca de casa, como los edificios sumamente dañados y la caída de la escuela y las muertes de varios niños. Sin embargo, tuve que tragarme el miedo, la preocupación, la angustia y tuve que ser el "fuerte" de mi casa, hace 32 años, en el terremoto del '85 de alguna manera podía sentir miedo y demás y voltear y abrazar a mi mamá, hablar con mi abuelo. Ahora tuve que ser como ellos fueron para mí para quienes me consideran a quien recurrir, pero por dentro he ido acumulando tantas y tantas cosas que hoy están atoradas y  me están bloqueando y hundiéndome. Circulación en la calle de la casa cerrada en cada lado y los edificios rotos y solos, centros comerciales caídos, personas sin casa; como dije, todo mi entorno cambió y es rudo el vivirlo.
No pasó mucho, un par de semanas quizás, y recibimos una noticia devastadora para todos los que hacemos teatro, y fue la pérdida inesperada de una joven,bella y talentosa actriz, con quien tuve la fortuna de compartir un escenario en un concierto de la escuela en la que trabajé y que me tocó montarle un sencillo trazo, solo puedo decir de esa experiencia que era una mujer sumamente profesional, bella, simpática a más no poder y que cuando coincidíamos en eventos o reuniones siempre me saludó y daba una sonrisa. Fue un golpe muy fuerte para todos los teatreros y me pegó muy fuerte, no puedo ni imaginar el dolor y tristeza que sintieron sus amigos más cercanos, que siempre la honran con un mensaje o una foto. Hiromi fue de esas personas que siempre iluminaba un lugar con su belleza, interna y externa. Me impactó mucho que alguien tan joven partiera de esa manera cuando esos días eran para celebrar que llegaría al mundo su bebé Julieta. Ahora ellas dos brillan en el cielo y juntas por siempre.
Octubre llegó y también llegó la incertidumbre, debido a los acontecimientos previos, todo el mundo del teatro se vio afectado. Y "La Jaula de las Locas" entró, junto con muchas obras más, en el proceso de regresar o partir, por disposiciones oficiales los recintos de espectáculos y todos los edificios debían ser rectificados, revisados y aprobados para poder volver abrir las puertas y recibir al público. Teníamos una gira pendiente a Acapulco y fue complicada, el miedo queda latente después de sucesos como el terremoto. Aunque algo si es cierto, el teatro ayuda a sanar el alma y abraza al corazón... hacerlo y verlo. Sin embargo, las prioridades de la gente ante esos momentos cambian, y si de por sí el teatro no es una necesidad, ante tragedias naturales, pues menos. Sin embargo hicimos nuestras funciones y regresamos con la temporada a la CDMX.
Poco a poco fuimos retomando el ritmo y volver a la rutina, llega otra gira, y ahora es a Cancún, para quien me conoce, sabe perfectamente que a mis 43 años (en ese entonces), no conocía Cancún, y la verdad estaba muy emocionado, se dió la oportunidad de poder quedarme unos días más con unos compañeros de la obra en Playa del Carmen, fueron unos días muy divertidos, pero tuvimos una muy desagradable sorpresa la primer noche que un tipo se metió a robar, afortunadamente no nos hicieron nada y fue un susto y trago amargo. A pesar de todo, fueron unos días buenos, en compañía de mis compañeros y reencuentros con un par de amigos y una prima que viven allá.
Llega noviembre y mis 44 años, satisfecho conmigo y por cómo me he estado cuidando hasta ese momento, tomar en serio el gimnasio  y los entrenamientos, la dieta y verme menos peor de lo que me he estado viendo. Dando funciones de "La Jaula" y ahora con una idea en la cabeza, el 2018 sería el año donde celebraría mis 20 años de haber hecho mi primer musical en la UIC, ¡20 años! prácticamente ininterrumpidos, siempre cada año sobre un escenario, y en mi cabeza imprudente se me ocurre por qué no crear algo para celebrarlo, un "concierto-celebración", pero claro, necesito amigos que se unan y me ayuden a aterrizar lo que en mi cabeza parece muy sencillo (tal vez lo sea, pero soy muuuuy complicado) y que mejor que decirle a mi querida Maru Dueñas que me oriente y dirija, los últimos meses ella y yo habíamos platicado mucho, experiencias, risas, consejos, risas y mas risas... (¿ya dije risas?)... los últimos meses había perdido mucha de mi seguridad y Maru sin saberlo, llegaba con las palabras adecuadas y me ayudaba mucho. El día de mi cumpleaños, se develó una placa de La Jaula y cómo nos reímos ese día. Recuerdo que me dijo que me tenia un regalo pero que se le había olvidado, que el siguiente fin de semana me lo daba, lo que pienso ahora es que ese fue el mejor regalo, haber reído y disfrutado el escenario juntos. El siguiente fin de semana mi Maru partiría para siempre, un accidente nos arrebató a ese angelote que había llegado con fuerza a mi vida,  hoy día aun creo que me va a mandar un mensaje de voz diciéndome "¡Ah verdad!" y reír como locos. Mi corazón, se terminó de romper en ese momento, no verle más, no escucharla... un dolor sumamente grande y fuerte, ese dolor que había sentido cuando mi mamá y abuelo se fueron, volvió a surgir. Aún no puedo poner en palabras lo que me duele y entristece mi alma haberla perdido. Mi Maru hermosa, quedarán en pausa nuestras risas y todo tu cariño para cuando nos volvamos a ver. La extraño muchísimo.
A la semana me encargan hacer un video como homenaje para Maru, con todo el amor del mundo acepto, aún con la pérdida tan reciente, el verla plena, escucharla recordarla con cada foto y video, me llenaba lo ojos de lágrimas, aún en este momento al recordar y escribir debo detenerme un poco, las lágrimas salen y tengo que respirar y calmarme. El monstruo ha estado muy presente, así es, la depresión se ha querido manifestar y hemos estado dando la batalla, pero han sido muchos golpes por varios lados que hacen difícil la batalla. El hecho es que el viernes, día del homenaje, a las 12:20 del día, estando yo en mi oficina, terminando el DVD para llevarlo al teatro, dos tipos entran a mi casa y me asaltan, ¿cómo entraron? no sé, el hecho es que me apuntaron con una pistola y me golpearon y amarraron, tirado en el piso, humillado, con una impotencia y miedo, que aún siguen, se llevaron mi equipo de trabajo de video, las poquitas alhajas de mi mamá, mi tranquilidad y mi seguridad. Amarrado en el piso y escuchando como volteaban todo, agarraban mis cosas que con mucho trabajo he logrado conseguir. A mi tía también la amarraron, afortunadamente no la golpearon. Dos días en poder recoger las cosas, 2 semanas o más sin poder dormir en mi cuarto, dos meses sin poder estar en la oficina y contando. 
Después del suceso, empecé a tener las manos con temblores muy fuertes, un dolor en el pecho muy fuerte, yo pensé que estaba al borde de un infarto, sería el colmo, pero no, el doctor me dijo que es por una acumulación de estrés muy fuerte, hoy día, 2 de febrero del 2018 sigo con ese dolor en el pecho, una presión que sigue y que yo espero que algún día desaparezca, ya es menos pero no se ha ido. El monstruo de la depresión está mas al acecho que antes, hay días que sí me tira y no me deja hacer nada, hay días que puedo hacer mi vida "normal" (después de todo esto no sé qué es normal). Hoy estoy cansado emocionalmente, muy frustrado con muchas otras cosas más en la vida, harto de que me salgan muy mal muchas cosas, hay días que lo único que quisiera es irme con mi mamá y cerrar por siempre la historia. Sé que tengo gente que me quiere y se preocupa por mí, lo sé, pero también es cierto que a pesar de eso uno se siente solo, apartado de todo a pesar de estar dentro, no sé si me explique, es como estar como un simple espectador de lo que pasa y no lograr conectar con lo que sucede. Algunas otras cosas más, me han sucedido, cosas que en realidad para unos pueden ser intrascendentes pero para mí, solo han logrado acumular un nivel de frustración muy fuerte. (Desde la venta de mi coche y la dificultad de comprar otro, pagar gastos de la casa, poder tener la vida que se supone que podría tener, pero que gracias a mis "familiares" que no me dan lo que me corresponde porque se esconden y cambian de números de teléfono y se esconden... como .... en fin no puedo disponer de mi patrimonio como debiera por estas personas... en fin.. eso de vivir no al día sino al antier muchas veces está cañón)
He empezado una terapia para poder sanar todo esto que me está pasando, es la primera vez que escribo todo esto, como saben, los que me han llegado a leer, esto lo hago por y para mí. Hay demasiadas cosas por sanar y espero que poco a poco se vaya logrando. Como dicen en 'Rent'... "no day but today", creo que es así como deberé tomar todo lo que viene, mi corazón y mente están muy cansados y pueden querer tomar decisiones que no acabarían en nada bueno y solo causaría mucho dolor en los que me quieren y es por mí y por ellos por lo que quiero sanar.
No sé que venga, no se si estoy listo... ojalá lo que venga sean retos padres y no batallas difíciles que el corazón y alma les cueste. 

En fin...


...and all that jazz!!!
Carlos P.

Comentarios

Luis David dijo…
Sin palabras, mi querido y admirado Carlos.
Por más empático que intento ser, me cuesta imaginar lo difícil que es tu situación.
A la distancia, no puedo más que enviarte un abrazo y decirte que vale la pena seguir.
Entiendo las complicaciones, entiendo el desgano, pero vale la pena seguir luchando contra todo lo que sea necesario.

Ánimo
Luis David

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