Un fin de semana interesante y lleno de aprendizaje..

Finalmente puedo organizar, medianamente, mis ideas.

Desde niño, siempre quise ser ‘cantante’… pero eventualmente y gracias a mi mamá que en la medida de las posibilidades me llevó al teatro, me fui enamorando de él, y quería ser parte de ese mundo que era totalmente mágico para mí: ver volar a Peter Pan, ser testigo de una fiesta en un departamento en Nueva York y Mame tocando una trompeta, ver bajar una estrella a las manos de un hada que logró que un Títere se convirtiera en un niño de verdad, ver a la corista que se vuelve estrella, ver a Dios bajar y ocupar un sitio más en la mesa, o ver a Sandy y Dany enamorarse.. y así me puedo seguir…

 El fin de semana pasado fue para mí un fin de semana de sorpresas, de retos, de aprendizaje y de satisfacciones. El teatro me ha llenado de grandes momentos como espectador y de emociones, muchas obras me han marcado, ya sea por su música, por la letra, por la coreografía, por la historia o por todo junto (que generalmente así es), una obra que me fascinó desde que la ví, ya grande (con esto de grande me refiero a que podía ir manejando o con amigos al teatro y no como ‘evento familiar’.. vaya… era y sigue siendo mi vicio el ir al teatro), y esa obra fue “La Jaula de las Locas”, en aquel entonces Teatro Silvia Pinal… 22 veces fue que yo vi aquella versión, me sabía los textos, mesaba los chistes locales, sabía cuando había algo nuevo o si había algún error… exacto.. era un mega fan… compré el CD, el cassette, la camiseta (que aún conservo como nueva) y el programa de lujo. 

Mis amigos de aquel entonces, igual de fanáticos, cantábamos en el coche, decíamos los textos como parte de nuestras conversaciones…. y recuerdo que una vez platicando dije “esta obra me encantaría hacerla”, obviamente en ese entonces estaba muy joven para poder hacerla y me faltaba mucho para estar listo y preparado. Sin embargo, ese “amigo”, solo se limitó a reírse y (hoy entiendo que también) burlarse de mí… cómo era posible que yo lo hiciera… “¿Tú…?? jajaja “…sí me dolió en el orgullo y fracturó mi ya de por sí frágil autoestima… años después un familiar me dijo que para ser “artista” (en tono despectivo, por supuesto) se necesitaba tener carisma, talento o por lo menos ser alguien medianamente visible… bueno, prácticamente, para este familiar (al que yo admiraba y quería mucho, cabe aclarar) yo era menos que un cero a la izquierda. Gracias.. ahí se terminó de romper toda mi seguridad (la que me quedaba)… pasaron más años y después de tomar ciertas decisiones cambié de carrera y entré a un grupo de teatro y fui aprendiendo y preparándome, finalmente empezaba a descubrirme y conocerme.. aún faltaba mucho (y sigo en la búsqueda) durante casi 15 años estuve en un grupo del cual agradezco lo aprendido, bueno y malo. Hoy a la distancia, también comprendí que había personas que no me permitían crecer más, al pasar de los años se me dijo un día “tú ya no eres amateur, eres profesional”… pero en mi historia en ese grupo se me dio un papel más importante, entonces no hubo congruencia, algo en mí me decía “no eres lo suficientemente bueno para eso”, un autosabotaje podría llamarle, pero de alguna manera infundado. ¿por qué? la verdad no lo sé… “Apoyemos a los otros a tí no tanto”… “te suelto la rienda pero te aprieto el cuello”

En fin, la vida me ha llevado por un camino muy interesante, y sé que las cosa que me han pasado son las que me hacen ser lo que soy hoy. Y de mis cuatro obras profesionales he tenido grandes y enormes satisfacciones. “Mary Poppins”, magia y mi incursión al mundo profesional y tuve la oportunidad UNA vez de hacer un papel protagónico, aprender ser un “cover”,fue una enseñanza brutal, sin embargo, confieso que el fantasma de mi baja autoestima me empezó a jugar chueco… En “José El Soñador” (con mis queridos Resorte Teatro), recibí un trato espectacular, me dieron mi lugar y respeto y con compañeros increíbles y pude realizar mi sueño de estar en una José el Soñador. “La Fierecilla Tomada” fue algo que jamás hubiera imaginado, tuve la oportunidad de cubrir tres personales y además cada función tenía una escena con HÉCTOR BONILLA… el padre Silvestre del Diluvio!!! con BARNUM!!!, qué orgullo y qué emoción.. mi fan interno gritaba como loco y a la vez me moría de miedo por estar frente a un Señor Actor y compartir escenario con primeros actores… jamás me hubiera pasado por la cabeza. Finalmente ha regresado “La Jaula de las Locas” a mi vida… un año de grandes retos, aprendizajes, de volver a luchar con ese fantasma, contra esos comentario (que eso sí ya son menos) que quieren tirar a uno y no lo niego a veces sí me pega y si me tambalea. Y se presenta hacer otro cover, uno de los dos protagónicos, George. Un personaje que tampoco imaginé que algún día lo podría hacer. Y este fin de semana, la vida y el Teatro me ha dado un regalo GIGANTE, poder compartir escena con un monstruo de actuación, que si de por sí cada función nos da una clase de profesionalismo y talento, ahora ser su compañero, me imponía y sí, un poco de miedo no estar a la altura. Las cosas se fueron dando de un momento a otro, solo iba a her un día el cover, pero después que los dos, así es el teatro… y las circunstancias llevaron que compartiera escena con el Maestro MARIO IVÁN MARTÍNEZ. Hoy estoy todavía emocionado por la experiencia, agradecido por poder sentirme cobijado y ser un compañero de un grande. GRACIAS MARIO IVÁN.

Hoy vienen a mi mente esos comentarios…y les respondo “¿pues qué crees? si estoy haciendo esa obra?” “Por los comentarios de la gente, creo que sí les gusta mi trabajo, sí me notan” “No, no soy amateur, pero tampoco estoy en un limbo, trabajo para hacer bien mi trabajo y lo que me apasiona hacer”…  

Hoy me siento orgulloso de mí y emocionado y con ganas de hacer muchas cosas más… todavía falta mucho por recorrer y aprender. Pero hoy por hoy estoy contento por este gran logro y quiero compartirlo. Mi corazón late fuerte y está contento. 

Gracias a mis compañeros y a quienes decidieron en poner su confianza en mis capacidades para lograr esto. Y sobre todo GRACIAS MARIO IVÁN MARTÍNEZ por una de las experiencias de vida que me llevaré a la tumba.

and all that jazz!!!

Carlos P.