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. Sí, 147 días han transcurrido desde que por un virus, una entidad invisible hizo lo que nunca pensé o imaginé que podía suceder, detener al mundo y modificarlo para siempre.

Creo que soy de una generación que ha sido testigo (al igual que el mundo entero) de eventos o sucesos importantes en la historia: el Internet, la caída del muro de Berlín, ver al primer presidente de los Estados Unidos afroamericano, tratados de libre comercio, un mundial en mi país y la final a escasos 4 kilómetros de mi casa, 3 terremotos (1985, 2017, 2020... este último la verdad no lo sentí tan fuerte como el anterior), ántrax, SIDA, H1-N1, ataques terroristas, guerras, etc... digo ¿qué más podría pasar?.... y llega el 2020, para todos aquellos que dijeron "2020, sorpréndeme...." ya aprendimos la lección, no?

La verdad llevo un par de años con bloqueo y no había querido escribir. Gracias a esta pandemia, que nos mantiene encerrados me ha confrontado a muchos demonios, despertó a algunos que yo creí que ya se habían ido. 

Mi monstruo se ha manifestado muchas veces a lo largo de estos 147 días, muchas veces más que las yo pensaría que iba a suceder. He pasado por tres episodios de ansiedad (dos, la verdad, muy fuertes).   He gritado, he llorado, he roto cosas. Muchas de mis inseguridades se han vuelto presentes.

Sé que de alguna manera me he logrado mantener a flote a lo largo de mi vida, a veces apenitas y he podido respirar cuando los problemas o la vida me sobrepasan, esta pandemia ha hecho (y varias veces) que tome aire y me sumerja esperando poder salir pronto a tomar aire de nuevo, porque todo es demasiado, así: DEMASIADO.  Mis miedos me han salido a visitar. 

Pensé, y creo que al igual que muchos, que esto iba a durar a lo mucho un mes ó 90 días, no es así. los primero días, lo tomé con calma, si estábamos alertas a las recomendaciones de las autoridades saldríamos pronto; pero, gran sorpresa, parece que las autoridades de México son un montón de caprichosos y berrinchudos y lo más alarmante, el darnos cuenta que la empatía y la preocupación por el país es NULA. No entraré en discutir mi postura ante el gobierno porque me enoja y me entristece en extremo ver como lo mucho o poco de lo bueno que habían dejado los anteriores, por el simple coraje de que lo hicieron ellos lo tiran o cancelan y vivimos momentos muy oscuros en aspectos de salud y seguridad, de Cultura ni hablamos porque nunca se le ha visto al señor que "humildemente" vive en Palacio Nacional pararse en un museo mínimo, ¿¿teatros?? Esos qué son???... pero gracias a Dios el beisbol está protegido (por si no se entiende, es sarcasmo).

El 15 de marzo del 2020, en la noche, dábamos las gracias de la segunda función de "La Jaula de las Locas", mi segunda casa, mi lugar feliz, mi energía. De alguna manera los casi 20 fines de semana que no hemos dado función me da esa esperanza a que cuando por fin podamos regresar a los teatros será con una energía enorme, que en mi caso es ir por esa bocanada de oxígeno. Mi familia del teatro, necesito abrazarles y seguir juntos más tiempo. Sé que así será, pero... tengo miedo...  miedo de que al final yo no llegue.

El no estar es una especie de pérdida, ya he tenido demasiadas. Desde ese ataque de ansiedad que tuve, el más fuerte, que me quitó las ganas de comer por 3 días, dejó abierta la puerta a muchos miedos, inquietudes, preocupaciones, duelos que creía "superados" se han vuelto a asomar. Me hizo darme cuenta que sí, amo el escenario y que sin él siento que me voy apagando. Necesito del escenario, sin embargo, estos meses me han hecho dudar mucho de mí, veo a compañeros creando, cantando, haciendo shows, conciertos, videos, mil clases... yo dije, no me quedo atrás, he superado, o por lo menos intentado, muchos obstáculos (familia ladrona, que quien creas que era tu amiga te corra del trabajo con engaños, cáncer de mi mamá, tratar de mantener una casa, tratar de mantener a flote el negocio personal) pero no sé que me pasa que siento que todo, en ese aspecto van muy rápido, estoy muy frustrado, empieza a suceder esas situaciones que se logra algo (clases) y se cancelan o ahora será menos. Justo el día que se dio la orden de cerrar los teatros, se canceló una grabación que iba a hacer con mi negocio, es decir, varios proyectos se han caído. Por supuesto es debido a la situación mundial. Y entiendo que no solo me pasa a mí (ya sé que no soy el centro del universo, pero sí lo soy de mi pequeño planeta que a veces lo veo como Kriptón a punto de explotar). Siento que mi creatividad, mi capacidad es limitadísima y me ha puesto a pensar y reprocharme el por qué elegí esto. Cada día que pasa me siento más limitado, más agobiado, me cuestiono, me critico, me regaño. Me cuestiono mi talento, si es que tengo alguno. Sé que la carrera que elegí para vivir es una que tiene una constante llena de 'NO' y pocos 'SÍ'. Pero hace mucho que un SÍ no llega. 

El estar encerrado también me hizo revalorar a las personas que me rodean, a las 'amistades' y saben de lo que me he dado cuenta? que el tener tiempo te hace ver en qué lugar estás en la escala de amistad del otro y que tristemente está más dispar que lo que uno creería. También te hace ir por recuerdo que tal vez no hubiera sido bueno ni siquiera volver a la vista. Hay ausencias que duelen aún más, el mantenerse encerrado hace eso. No sé cuántas veces he querido ir a platicar con mi mamá, (y sí ya se que puedo hablarle desde mi corazón y todo eso... pero necesito la fisicalidad... llámenme egoísta) o agarrar el teléfono, marcarle a mi abuelo y decirle que lo quiero y escucharlo... pero no. Estas ausencias duelen un poco más con el encierro. El dolor del pecho ahí va.. hay algunos días en los que está gritándome 'aquí estoy', otros días solo está ahí... un día sí creí que ya era infarto pero bien me lo decían "hierba mala...". Pero en esta ocasión, sí que he querido simplemente irme con mi mamá y mi abuelo. Admito que muchas veces he llorado, he llorado mucho, en secreto, en voz bajita, Sí me he llegado a sentir muy solo, y lo que hago es ponerme mi máscara de "Todo está bien", aunque sepa que la verdad no está bien. El insomnio... a tope, hay semanas que llego a dormir en promedio 3 horas, y esas pocas que duermo con pesadillas. Pesadillas que hacen que caiga en un círculo o en un loop de ansiedad, miedos, tristeza, frustración. No sé que siento... todo y nada a la vez, me siento solo, quiero gritar, quiero huir, quiero irme para siempre, tengo ganas de como de partirme en muchos pedazos, no sé que esperar, y eso me provoca mucha ansiedad, lo poco o mucho que había logrado hasta hace unos meses se ha perdido. Me siento  roto, colapsado, a veces creo que voy a explotar. No sé... no encuentro las palabras para describir lo que siento y lo que necesito. Lo que sé, es que me da miedo no poder llegar al final de este episodio bien... o por lo menos llegar.

He empezado a crear cosas para mí, a buscar la manera de sacar lo que tengo. Este blog, en parte es para eso, para sacar las cosas que tengo atoradas en el corazón y la cabeza. Algunas son incoherentes, pero así van saliendo de mi cabeza. Si han llegado hasta acá, gracias! Repito, este blog es un ejercicio para, tal vez, sacar cosas que están dando muchas vueltas en mi cabeza. Tal vez las empiece también a hacer en video... tal vez es momento de aventurarme a más cosas. 

...and all that jazz!!!
Carlos P.



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